Los propósitos están para que estallen por los aires a la primera de cambio.
Aunque tenemos muchas ganas de venir a contar cosas y nos surgen mil ideas que trasladaros, el tiempo no es infinito y no conseguimos abarcar en veinticuatro horas todo lo que queremos hacer.
Todo esto tiene una razón. El sábado coordinamos una boda, es uno de los servicios que ofrecemos, el final, el del día del evento. Laboralmente ocupa más que el último día y es por eso que estamos un poco «missing», porque estamos trabajando al cien por cien en ella. Tenemos que ponernos al día de todos los detalles, hacer un timing que se ajuste a las necesidades de los novios y contactar con los proveedores para que podamos dar el mejor servicio y en ningún momento haya desconocimiento o descoordinación por nuestra parte. Hacemos todo lo necesario para que los novios sólo tengan que preocuparse de dar el sí y disfrutar.
Además estamos preparando una fiesta para el domingo, un almuerzo que se puede alargar hasta altas horas de la noche.
Así que si faltamos un poco no es más que estamos dándolo todo para que estas celebraciones salgan mejor bien…
…Sureñamente